PREGUNTA: Tengo una guitarra vieja, parece ser que es buena pero ha estado descuidada y sin uso, ¿qué me recomienda hacer con ella?.
RESPUESTA: Si su guitarra ha sido fabricada en Paracho, y trae la tapa de pinabete que es una madera color beige, blanco, a veces con vetas café oscuras, y usted nota un rayado paralello de líneas a escaso milímetro de distancia, valdría la pena que la probara con un cambio de cuerdas de nylon de las mejores que usted encuentre. Es un albur, puedo estar equivocado, pero lo más seguro es que usted note la diferencia. Las cuerdas de la Bella son muy recomendables, en tensión intermedia, debe costar como uno 20 dólares. " La Bella, Nothing Sounds Better, Black nylon trebles, golden alloy polished 900-B Golden Superior Classical Guitar Strings". Hay algunos dueños que le faltan al respeto a las guitarras viejias, las traen con cuerdas de todo tipo. Ver y tocar una guitarra vieja, que suena bien, merece que se quite uno el sombrero. No le hace que esté toda descarapelada (raspada por todos lados y ya sin barniz).
Me recordó el caso de un chofer de autobús al que le regaló su abuelo un requinto. Casualmente fabricado por Amezcua, la misma persona que en aquel tiempo le hacía las guitarra a los Panchos. Le perdieron el respeto al requinto, y uno de los hijos de esta persona le quebró la tapa y un costado. Me la llevó el chofer triste y apesadumbrado, no porque tuviera intención de tocarla, su hijo tocaba ya bien y tenía otra guitarra, sino porque le recordaba a su abuelo y le daba lástima tirarla o verla en el estado en que la había dejado su hijo. Yo le noté algo raro al requinto, porque no traía etiqueta, pero no se veía corriente. Vi que el grueso de la madera era ligeramente inferior al que usamos actualmente. Por eso no aguantó el trato rudo del hijo de este Señor. Le faltaban dos o tres cuerdas, y las que traía eran metálicas. Un desastre. La mandé reparar al taller a Paracho, con una instrucción muy precisa: "nada más párchenla, el Sr. la quiere porque se la dió su abuelo. Eso sí, la barnizan lo mejor que puedan". En el taller no me hicieron caso, y yo me olvidé de aquel requinto. Pasados los días llegó el Chofer y me preguntó qué había pasado con su requinto y envié por él al taller y me sorprendió que estaba como nuevo. No se le notaban los golpes y el barnizado era de primera clase. Todas las cuerdas nuevas y de las buenas, nadie hubiera pensado que era el mismo. Pero cuando el del taller me informó cuanto había gastado de la reparación, me sorprendí. Eran mil pesos. Le dijes dije a los del taller: ya ni la amuelan, la mandé para que la parcharan y barnizaran. Me contestó el jefe del taller: " usted sabe tocar, tóquelo, y verá por qué se lo reparé ". Efectivamente era un Requinto de Amezcua, el que le hacía las guitarras a los Panchos. Mis respetos para los requintos fabricados por este Señor. Entiendo que siguen fabricando sguitarras us hijos y nietos, pero la calidad ya no es igual.