El Correo de Quiroga.

Libro: Fragmentos de la Historia de Quiroga.

Autor: Rubén Aguilar Calderón, Cronista e Historiador de la Ciudad de Quiroga, Michoacán, México.

El libro completo lo puede solicitar directamente en esta tienda virtual, y con gusto lo cantactaremos con el autor, Tiene un costo de recuperación y de envío que en su momento se le informará.

Nuestro compromiso es que esta gran obra esté al alcance de todos los michoacanos, no solamente los que viven en México sino también los que viven en  el extranjero.

Sabemos que hay muchas personas alrededor del mundo que aprecian la cultura purépecha, y que no pueden conseguir la información en la localidad donde viven..

 

 

EL CORREO.

 

En este viaje hacia la historia del correo, comentaremos primeramente lo que nos dicen las enciclopedias que consideramos un buen preámbulo. Los antecedentes más antiguos que se tienen del establecimiento de los servicios regulares del correo se remontan al imperio de Ciro, y aun antes de la China y Japón; el primer servicio de correo en Europa era exclusivo del gobierno o algunas personas privilegiadas. En Italia existía un servicio semejante desde el siglo XVI; la primera organización de correos fue en Inglaterra y tuvo lugar en 1481, quedando reservado al estado y la nobleza; fue hasta Carlos I, que permitió a particulares se sirvieran de él, esto en 1660, país donde Eduardo IV, estableció postas que se relevaban cada 30 kilómetros lo que permitía recorrer unos 30 km. por día. (Hasta aquí lo mencionado en las enciclopedias); este sistema era semejante al que existía en nuestro maravilloso mundo antes de que se llamara Nueva España.

Existían correos en el Imperio Azteca, durante el reinado de Moctezuma, llhuicamina (Flechador del Cielo), 1440-1464;  funcionó un sistema de postas entre la gran Tenochtitlan y sus aliados de pueblos circunvecinos, y demás dominios del Imperio.

Era este oficio de correo, desempeñado por indígenas de despierta inteligencia y capaces de correr sin descanso las considerables distancias que mediaban entre cada «techialoyan», o punto de escala de los Paynani, (Mensajeros Aztecas). Fue por los Paynani, que Moctezuma pudo conocer con la debida oportunidad en el año de 1519, la llegada de Hernán Cortés. Los mensajes de estos correos eran dibujados sobre un papel hecho de fibra de maguey, también solían ser verbales y se transmitían de uno a otro mensajero, para garantizar la autenticidad del mensaje, el individuo era marcado con un sello de barro cocido impregnado de tinta vegetal indeleble sobre alguna parte del cuerpo o del rostro; estos correos prestaron sus servicios hasta la caída de Cuauhtémoc, último Emperador Azteca.

En la ciudad de Michoacán, Tzintzuntzan, el Cazonci Rey, contaba con gente diestra para los diferentes servicios que desempeñaban con admirable disciplina, de lo que nos dice la Relación de Michoacán: «...Había otro llamado Uaxanoti, diputado sobre todos los mensajeros y correos, los cuales estaban allí en el patio del Cazonci para cuando se ofreciera de enviar (a) alguna parte;  y agora sirven estos de llevar cartas».

De Cocupao se enviaban mensajeros a Tzintzuntzan, solo en asuntos oficiales urgentes acudía el principal de Cocupao con su Monarca, o Gobernador, a Tzintzuntzan.

En el tiempo de la colonia, el correo se fue regularizando poco a poco;  se estableció el Correo Mayor de las Indias por 1520 para servicio de las colonias españolas. En 1763 se estableció un correo de mar entre España y México. En tiempo de la Independencia el Correo sufrió varios asaltos. En 1856 por decreto del Presidente Comonfort, y siendo administrador de Correos en México, Don Guillermo Prieto, se estableció el franqueo previo para el pago de los portes ,y fue creada la primera estampilla en México (el primer timbre postal costó medio real).

A finales del siglo XVlll, cuando los carteros usaron uniforme por primera vez, consistente en una casaca de paño azul marino con chupin (especie de forro), un collarín y bordados en oro, esa fue la primera vestidura que con orgullo portaban los carteros con un aire militar.

En Cocupao fue establecida la oficina de correos entre 1838/1840;  y en 1868 el correo llegaba a Quiroga de México vía Pátzcuaro y se despachaba correspondencia para México los días miércoles, y se recibía hasta las 9:30 de la noche, y los domingos la oficina de correos permanecía abierta de 2 a 6 de la tarde, y el nombre de CARTERO se queda exclusivamente para el que reparte cartas, y el de MENSAJERO para el que reparte programas o anuncia algo.

En 1871, fue creado el sistema de giros postales dentro del servicio postal interior; y en 1874 queda establecido el servicio de sobres, el día 5 de mayo;  tarjetas en junio de 1879;  y en 1880 se pusieron en circulación las primeras estampillas para el correo exterior; en junio de 1886 las primeras fajillas, el día 15 de febrero de 1889 fue despachada en México la primera valija de certificados directamente para Nueva York, quedando establecido un servicio más de Correos Mexicanos. En el año de 1890, la Red Postal Mexicana estaba constituida por 64,236 Km. Con servicios por la vía férrea, carruajes a caballo y a pie.

En el año de 1891, estaba la Administración de Correos en Pátzcuaro, y QUIROGA, como Oficina Subalterna de dicha ciudad.

El periódico oficial del estado de Michoacán, el día 20 de abril de 1905 nos da estas notas del Correo: «. . .desde el 1° de este mismo mes quedó establecido un servicio de conducción de correspondencia, trimestral, a pie, entre las agencias del ramo en Quiroga, de este distrito y Coeneo....ruta 1,507...» a partir del día 15 del mismo se suprimió el servicio establecido entre las agencias del ramo en Quiroga y Teremendo; esto nos da una idea de los recorridos a pie y raras veces a caballo que caminaban los carteros. En los años treintas, en el edificio Municipal compartían la misma oficina Correos y Telégrafos, contando la oficina con mobiliario y equipo valuado en $1,359.70 mil trescientos cincuenta y nueve pesos con setenta centavos; sus colecciones científicas literarias valuadas en $ 1,360.70 mil trescientos sesenta pesos con setenta centavos; estas colecciones estaban bajo la custodia del Sr. Don José Medina Gaona, hombre amante de la cultura, que fungía como Director de Correos, y que permaneció como tal la trayectoria más larga del siglo XX, en virtud que su firma aparece desde el año de 1933 hasta el día 22 de febrero de 1959. Siendo la ubicación de las oficinas en la calle Nacional hoy Cárdenas Nte. Con una casa intermedia entre estas y el Palacio Municipal. En la actual oficina de Correos existe el libro de registros y despachos desde el año de 1923 empezando por el oficio No. 70 de agosto 5. En el año de 1913 las oficinas aparecen corno Administración de Correos con la clave 210-A-50-04-224-LC.33.. bajo la custodia de su Administrador Sr. J. Socorro Coronado. A la custodia de correos de Quiroga se llegó a prohibir la distribución de correspondencia, como en 1932 la circulación del libro titulado «Vida del padre Miguel Agustín Pro», igual del periódico «La Época», otro «El Pueblo», editado en Buenos Aires, Argentina; por aquellos años la Administración de Correos hacía las veces de Ministerio Público.

Las Oficinas de Correos, han ocupado varios domicilios: La Presidencia Municipal, en 1924 en la C. V. de Quiroga,. en 1933en  Av. Cárdenas Sur, en la C. Ramón Corona hoy L. Cárdenas Nte.,  y nuevamente al Palacio Municipal.

Lista de los nombres de los Administradores de Correos en Quiroga, que se han podido recabar:

 

1879

1880

1884

1890

1907

1933

1960

1980

 

1981

1982

1985

 

1988

1989

1990

 

1995

1996

Don Vicente Elizarraráz.

Luis Torres Mendoza.

Primo Serranía.

Teófilo Pallares.

A. D. León.

José Medina Gaona. hasta el 22 de febrero de 1959.

Don Salvador Aparicio, desde el 13 de marzo del mismo año.

Pedro Otilio Barriga, entra como relevo desde el 31 de Marzo de,

hasta el 30 de septiembre del mismo año.

Rafael Heredia Valladares, desde el 30 de septiembre de

Hasta el 17 de septiembre de

le siguió José Acosta Aguilar y Bernardo González López y Miguel

Angel Figueroa Campos como relevos hasta 1987.

Ángel P. Contreras desde el 19 de Nov. Hasta el 22 de enero de

Fabián Arias Montaño, como relevo que entrego a

Pedro Otilio Barriga Gaona, como titular en el año

que se jubiló en el año de 1995

Eugenio González Ávila desde el 13 de febrero y le siguió

J. Socorro Coronado hasta el presente año de 2010.

 

Carteros que han servido a Correos en las oficinas en Quiroga:

 

Primer cartero oficial por los años 30s, Don Marcos Álvarez Anguiano, originario de Quiroga, Mich., nació en el año de 1910. A pie llevaba la valija hasta el rancho de Chapultepec, donde lo entregaba en el ferrocarril y recogía el que llegaba para esta Villa; se trasladó a la ciudad de Morelia, donde continuó en Correos hasta su jubilación; falleció el día 6 de mayo del año 2006. Alfredo Guzmán Santos de Tzintzuntzan, Hermenegildo Soto, Eliseo Nicolás Ángel, Salomón de Morelia, Agustín de Apatzingán, Mario Ruiz de Coeneo, Javier López Fuentes y Raúl González, originarios de Quiroga, los dos con categoría de carteros, para mejor servicio.

 

Datos:

1653- Se inventaron unos de los primeros buzones, en Quiroga existen dos buzones antiguos; uno en la Av. V. de Quiroga junto a la puerta principal del hotel Tarasco, otro en la pilastra norte del portal Hidalgo, y ambos funcionan.

1874- El días de mayo entra el servicio de los sobres, antes se limitaban a hacer varios dobleces a las cartas, otras se lacraban.

1879- De Austria viene el invento de las tarjetas postales.

En aquellos años, pocas casas tenían numeración en las puertas, por lo que el membrete de las cartas recibidas decían; domicilio conocido. Existía el sistema «A lista de Correo», que consistía en que se guardaba la correspondencia que así lo indicaba hasta que el interesado recurría a las oficinas de Correos, e identificándose y nombrando a la persona que le escribía le entregaban sus cartas. Este sistema que aún prevalece se prestó a la circulación de correspondencia confidencial entre amores secretos.

En el siglo X1X circulaba buena cantidad de correspondencia en esta Villa, incluso del y para el extranjero; pero en el siglo XX creció en forma alarmante el analfabetismo, por lo que era común que se recurriera a familiares o amigos para poder enviar o contestar correspondencia, por lo que también surgieron personas dedicadas a escribir cartas de cualquier índole, sobretodo de amor, por lo que el enamorado pedía al escribiente sin importar las faltas ortográficas, decían, lo que escribe es la mano, pero el contenido sale del corazón; como en la carta que con todo respeto presentamos reservando la identidad del autor:

 1931

Señorita:

«Las impresiones que ha grabado Ud. En mi alma desde que tuve la dicha de conocerla. Me ase dirijirle la presente confiando en que perdonara mi atrevimiento pues la existencia triste y oscura que rodea mi espiritu se abisto iluminada por la lus de sus dibinos hojos de los cuales e quedado prenda mi alma a ud. Con un amor sincero y si mis frases asen eco en su corazon no dudo me dara una contestación faborable «

¡Despierta

Y escucha el canto,

Que canta y que llora

Su troba de amor!

¡Despierta

Es la hora del abc y la flor

Del alma que llora

Sedienta de amor.

¡Despierta...;

Lla sesa el cantor

Ya pasa la aurora

Mas queda el amor.

(Firma).


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